Veinte años de su vida ha ocupado Carlos en el transporte de alimentos, algo que lo ha llenado satisfactoriamente. Desde que Carlos inició con esta labor nunca la ha dejado de lado, iba de domingo a domingo, sin importar lo cansado o enfermo que estuviera, muchas veces por su trabajo se perdió momentos con su esposa y con sus hijos. 

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Nunca se imaginó que la vida le cambiaría de un día para otro, dejó su rutina de lado y empezó a tener más tiempo para él. Diariamente llevaba el producto a sus clientes y se encontraba con jóvenes que había visto crecer, desde aquellos años no había vivido algo similar. Esta pandemia lo ha afectado económicamente y, como él dice, por momentos siente desespero de estar en la casa, ya que es muy difícil desacostumbrarse de las cosas, de salir a diario, de conversar con los clientes y de llevar una rutina tan fuerte como la que tenía antes.

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En medio de la situación del confinamiento, las jornadas laborales se extienden más de lo habitual, puesto que ahora trabaja cada tercer día y siente que el tiempo pasa más rápido o, por las restricciones que ha impuesto el Gobierno, los negocios cierran más temprano. Carlos hace énfasis en que la vida cambió demasiado, antes no podía pasar tiempo con su familia y ahora que lo tiene no puede, sus dos hijas no viven con él y su esposa trabaja todos los días, es complicado verse o sentirse tan solo, afirma Carlos.

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La incertidumbre y presión económica han estado presentes en la vida de Carlos, puesto que, desde que se decretó la cuarentena obligatoria, sus ventas han disminuido y ya no queda el mismo sustento económico de antes. La economía también puede afectar la salud mental, así lo indica Sergio González, psicólogo de Profamilia, quien menciona que las dificultades económicas pueden generar afectaciones en la salud mental producto del estrés experimentado.  A Carlos también le genera preocupación su seguridad, ya que él trabaja en zonas vulnerables donde los recursos de cada familia son escasos y los delincuentes aprovechan para cometer hurtos, así lo indica Carlos.

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Ha tenido que cambiar su forma de vida, su forma de vestir, tuvo que implementar nuevas medidas  de bioseguridad, así como lo son: tapabocas, guantes y un traje antifluidos, todo esto lo hará con tal de seguir con su trabajo y con la esperanza de que toda esta situación se solucione.